El cannabis es, después del tabaco y el alcohol, la droga cuyo uso está más extendido en nuestro país y en la mayoría de los países occidentales.
El consumo continuado de cannabis puede llevar al patrón de consumo perjudicial (o abuso) y dependencia. Las características que posee el consumidor al inicio del trastorno por abuso consisten en: el abandono del grupo de amigos no consumidores, preocupación por disponer de dicha sustancia y desinterés por actividades que no tengan relación directa con el consumo.
Cuando a esto se le suma el uso compulsivo de la sustancia, estamos ante un patrón de dependencia de la sustancia. Se estima que alrededor de un 9% de las personas que consumen cannabis se vuelven dependientes.
Además de la posibilidad de desarrollar una adicción al cannabis, existe la posibilidad de desarrollar trastornos mentales relacionados con el consumo de dicha sustancia, como son: trastorno psicótico, trastornos de ansiedad, trastornos afectivos y psicosis crónicas.
A esto se le pueden sumar complicaciones clínicas como:
- Intoxicación por cannabis con síntomas psicóticos
- Delirium por intoxicación de cannabis
- Flashbacks por cannabis
- Síndrome amotivacional